Cuando vemos que un amigo o familiar tiene problemas, intentamos ayudar, sacarlo de donde está, ponemos todas nuestras energías y supuesta sabiduría en decirle lo que tiene que hacer y cómo hacerlo. Nos creemos super héroes, incluso sufrimos y empatizamos hasta el punto de sentir en nuestras carnes aquello que le pasa a nuestro "amigo".
La realidad es que todo tiene un proceso, y que nadie sale de donde está si no quiere salir, por mucho que una legión de buenos amigos esté presente para sacarnos del hoyo.
Cuando veas a un amigo en apuros, escúchalo, abrázalo, dale serenidad y espacio. Porque da igual lo que digas y lo que hagas, se sale cuando se quiere salir, y cuando uno decide que es el momento.
Da igual lo que hagas, los conocimientos que tengas, las ganas que pongas, el proceso es el que la persona quera que sea y el que sus emociones permitan.
Cuando una persona acude a un terapeuta, éste sólo puede poner en sus manos todas las herramientas necesarias para salir adelante, ofreciendo un abanico extenso de caminos que tomar, ejercicios que realizar, terapias beneficiosas, etc... pero sólo el paciente es el que puede calcular su evolución, porque el mejor terapeuta de uno, es uno mismo y en tu empeño está el éxito!!
Si te encuentras con alguien muy querido que no quiere salir de dónde está, observa y déjale espacio. A veces sólo podemos sentarnos, observar y esperar pacientemente.
Feliz sábado! Disfruta HOY!
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