Entiendo que cuando nos hacen mucho daño y nos sentimos heridos, es difícil no desear lo peor para esa persona, o por lo menos que sufra en sus carnes lo que nos hizo sufrir. A veces, incluso se va mas allá e incluso mediamos venganza.
El problema está, en que esos pensamientos y esas acciones para dañar a alguien que nos hirió, son como un boomerang, todo lo que soltamos nos viene de vuelta a nosotros mismos.
Cuando sentimos rabia y odio y dejamos que nuestro corazón y nuestra alma se llene de ese sentimiento..., nos estamos envenenando nosotros mismos.
Cuando deseamos lo peor para otros, estamos prestando atención a esos sentimientos, y así tal cual lo deseas, te vendrá para tí multiplicado.
Cuando nos hacen daño, igual que cuando lo hacemos, ten muy claro hay una justicia divina y que tarde o temprano, el daño gratuito se paga.
Cuida tu alma, tu corazón y tu mente de malos pensamientos. Cuando te sientas herido canaliza ese dolor, deja pasar el momento de rabia que es muy humano sentir y usa todas tus fuerzas y energías en sanarte y amarte mas aún.
Cuando te amas mas, cuando confías mas, cuando eres pura bondad, tus reacciones cambian, sueltas lo que no te deja volar y dejas en manos del Universo las lecciones para quienes obraron mal.
Recuerda que nuestros actos evidencias quienes somos, no hace falta hablar mal de nadie para que se vea quién es. Tarde o temprano... ocurre así!!
Feliz viernes, disfruta HOY
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