domingo, 26 de enero de 2014

Cuando un váyase usted a la mierda, es lo mas efectivo.


A lo largo de nuestras vidas intentamos mejorar ciertos aspectos de nuestra personalidad. Ser menos gruñones, mejorar la paciencia, ser menos impulsivos, decir las cosas con suavidad, controlar nuestro fuerte carácter, suavizar nuestras reacciones, etc…

Cuando nuestra personalidad es visceral, con prontos fuertes, decimos lo que pensamos sin pensar en los daños, llega un momento en que nos planteamos si eso es lo correcto.

En mi caso,  un día apareció un libro cuya lectura me hizo tomar las cosas de otra manera. Luego empecé a practicar Reiki, a leer sobre temas de espiritualidad y me adentré poco a poco en un mundo menos hostil, mas humano, donde el amor es el alimento del alma. Un mundo donde aprender que, todo lo que ocurre es atraído por uno mismo. Que somos responsables de nuestros actos y que todo lo que ocurre en nuestra vida, son las consecuencias.

Aprendí, que recoges lo que siembras y con el tiempo, con práctica y muchas enseñanzas, llegué a la plena convicción de que así era.

Hoy todo lo que hago, lo hago con amor. Intento hacer siempre lo correcto, dentro de mis creencias, pensamientos y fiel a mis principios. Me hice una defensora de la libertad de expresión y pensamiento, de la libertad para amar, para tener o cambiar de pareja, de la búsqueda de la felicidad, del libre albedrío. Aprendí a respetar los tiempos de los demás, sus creencias y sus patrones de conducta, ayudando al que me pidió ayuda, tratando a personas con problemas y guiando a quién me pidiera guía.

Me alejé del cotilleo, de los daños gratuitos, del corre-ve-y-dile. Respetando a cada uno por ser como es, alejándome de quién no respetaba mi forma de ser o pensar, de quién me increpara y no aportara nada a mi vida en ningún aspecto. Rodeándome de quién me quiere y siendo neutra a otras relaciones que son porque debe ser y que están porque deben estar. Pero eso sí…siempre escucho a quien quiere ser oído, se lo merezca o no.

Todo esto, siempre guiada por el amor al prójimo, sin esperar nada a cambio, sin mirar a quién, respetándome a mí misma…y es verdad que he ido recibiendo de vuelta mucho de lo que he dado y muy bueno.

Cuando he querido dar, doy sin esperar nada, pero cuando decido no dar porque no me nace, lo hago sin culpa, porque si no nace es porque algo no vibra con ciertas situaciones o personas.

Pero lo peor de esto, es cuando el alma se te cae a los pies, sientes el corazón pisoteado y golpeado injustamente, porque siempre hay alguien, en algún momento, que no es capaz de ver nada de bueno en ti. Alguien que exige lo que nunca dio y quiere recoger lo que nunca sembró. A veces hay quien no comprende lo mas mínimo el porqué de algunas cosas, pero lo peor es que ni se molesta en preguntar, en ver, en observar, en indagar… Simplemente juzga, sentencia y te manda a la guillotina.

Seguramente, y siendo fiel a mis enseñanzas, es que algo debo cambiar, algo hago mal, algo debo solucionar y arreglar en mí para que fluya.
Pero a veces un… ¡váyase usted a la mierda!, es mas efectivo, te ahorras sofocos y por lo menos te desahogas. Luego seguiremos meditando, avanzando y confiando en que mañana… será otro día y seguramente brillará el sol.



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